La selección española superó este jueves a la de Jordania (1-3) en su último test antes de su debut en el Mundial de Catar 2022, un duelo que dominó de forma constante y le sirvió para pulir algunos detalles.
En esta ocasión el 11 de Luis Enrique llegó condicionado por las limitaciones físicas que arrastran varios jugadores. Esa circunstancia se apreció especialmente en el lateral izquierdo, donde la ausencia de Gayá y el miedo a exponer a Jordi Alba a cualquier contratiempo antes de la gran cita hizo que ocupase la posición Laporte.
Además, Robert Sánchez fue el elegido en la portería, mientras que arriba el tridente ofensivo lo formaron Ansu Fati y Sarabia en los extremos y Asensio como punta. Esa apuesta lo fio casi todo a la movilidad arriba y las combinaciones en corto, receta a la que ayudaba un rival cerrado que dejaba hacer.
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